Principalmente a través de las manos, por aplicación directa sobre el paciente o “receptor” abarcando según sea necesario todo su cuerpo o algún área específica, se puede hacer directamente sobre el cuerpo, sobre ropa, sabanas o cualquier otro material, pues al ser energía, atraviesa la materia sólida sin dificultad, como lo hacen las ondas de radio.
Para lograr esto principalmente el terapeuta (Reikista) previamente debe estar “iniciados” o “alineados” por un Maestro Tradicional de Reiki, lo cual garantiza que estará debidamente preparado para poder canalizar esta energía sanadora de amplio y profundo alcance.
Con respecto al paciente que recibe Reiki, podemos afirmar que desde la primera sesión que reciba se sentirá con mayor armonía, alegre y con actitud positiva.
Reiki es de carácter acumulativo, lo que significa que el receptor, cuanto más tiempo reciba Reiki, más y mejores serán los resultados finales, además no existen un límite de tiempo para recibirlo, puede ser un día o toda la vida, cuanto más Reiki, mejor!.
No existe límite de edad para recibir Reiki, incluso se tratan embarazadas y recién nacidos con excelentes resultados.
No posee ninguna contraindicación, no genera “sobredosis”, ni síndrome de abstinencia al dejar de recibirlo, es totalmente inocuo.
Las sesiones se pueden recibir en alguna camilla acostada o en una silla o algo cómodo, por lo general tienen una duración de 30 minutos a 1 hora. Y lo que se sugiere es un tratamiento completo que consiste de 8 sesiones.
Reiki se aprende en talleres y cualquier persona puede realizarlo, sin importar sexo, edad, religión, color, status social, etc. Solo es cuestión de animarnos y decidirnos por aprender esta técnica que nos brindara mucho bienestar
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